INGREDIENTES
* 160g de Arroz
Italiano Carnaroli
* 1 litro de caldo de
pollo
* 2 cucharadas de
aceite de oliva
* 15g de mantequilla
* Queso
"parmesano"
rallado a gusto.
o en su defecto
"gran padano"
* 2 pizcas de azafrán
OPCIONAL
* 1/2 vaso de vino
blanco
(echar al principio,
luego de
sellar el arroz y
preferentemente
caliente).
* Un chorrito de
nata (crema de leche)
después de la
mantequilla.
CONSEJOS
* podemos usar
también el arroz
italiano Arborio o
sustituirlos por
el arroz bomba
español.
* La mantequilla debe
estar fría.
Vamos a usar
arroz italiano Carnaroli, que junto con
el Arborio, son los dos típicos arroces para risotto.
Elegimos este arroz porque no suelta excesivo almidón y a la vez absorbe grandes cantidades de líquidos. Su textura final será blanda por fuera, pero no se deshace, y por dentro duro (al dente).
Ponemos el caldo y la
sartén al fuego, la sartén a fuego bajo, el risotto se cocina a fuego bajo o
tirando a moderado.
Le agregamos el aceite a la sartén, una vez
caliente ponemos la cebolla, la cocinamos hasta que pierda el blanco y agregamos
el arroz. A partir de aquí nos llevara
20 minutos hasta que esté listo.
Vamos a sellar el
arroz en el aceite aproximadamente medio minuto. Para este momento ya tendremos
el caldo hirviendo, le agregamos una cucharada solo hasta cubrir el arroz.
Revolver suavemente, el arroz no debe estar quieto, de
esta forma se cocina de forma pareja.
Vamos a mantener el
caldo caliente durante toda la preparación, si le agregáramos caldo frío
cortaríamos la cocción.
El truco para saber
cuándo agregar más caldo, es pasar la cuchara por el arroz dejando un surco, si
las bordes no se vuelven a unir, agregamos más.
Vamos a repetir este
proceso durante toda la cocción (echar el caldo solo hasta cubrir el arroz y
luego mezclar hasta que formemos un surco).
Pasados 10 minutos le
ponemos el azafrán al caldo y seguimos cubriendo
con el caldo el arroz mientras revolvemos.
Poco a poco vemos
como el arroz va largando el almidón y toma volumen.
Pasados los 20
minutos, una vez evaporado el caldo, agregamos la mantequilla y lo levantamos
del fuego, mientras revolvemos constantemente.
Luego echamos el queso y
seguimos revolviendo hasta que se mezcle bien.
Una vez enmantecado, retiramos
la sartén y la cubrimos por un par de minutos antes de servir.
El risotto hay que
servirlo en el momento, si lo servimos
luego, pierde sus propiedades y ya no es
lo mismo (se pasa).
El grano debe estar
suelto, firme por dentro, suave por fuera y el risotto bien cremoso.
Con esto damos por
terminado nuestra receta de risotto.
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